La fiesta del siglo en Bilbao

Si no lo imaginaba, ya lo sabe. S�, ha vivido la fiesta m�s grande jam�s contada. M�s de un mill�n de personas acompa�aron al Athletic en la celebraci�n de la Copa conquistada el s�bado ante el Mallorca en final de La Cartuja. Y lo hicieron alrededor de la r�a, en el trayecto que va desde Getxo hasta el Ayuntamiento de Bilbao. Todos los municipios del camino pusieron los ojos en la r�a. Y en Bilbao, cuando la comitiva dej� el agua para las recepciones institucionales, el centro fue un hervidero entre el Ayuntamiento y el Palacio de la Diputaci�n.

Vestidos con unas camisas rojiblancas igual que las que lucieron los viejos campeones del 84 -que repitieron singladura en un barco de la organizaci�n- los t�cnicos y jugadores del Athletic disfrutaron de un d�a m�gico, que para muchos aficionados comenz� a primera hora, haciendo cola en las carreteras y paseos al borde de la r�a para no perderse detalle de lo que pasar�a ante sus ojos. No hubo asfalto la vista. Ni siquiera en los lugares en los que todav�a quedan vestigios de la industria tradicional que creci� al amparo de la r�a. En los vetustos Altos Hornos, ahora dedicados a otros menesteres, los trabajadores lanzaron fuegos artificiales.

La remontada de la r�a fue espectacular a uno y otro lado y terriblemente �pica cuando la comitiva, con cerca de 160 barcos incluyendo entre ellos a cerca de 50 embarcaciones de la organizaci�n y seguridad, dej� atr�s Zorroza para pasar junto a San Mam�s.

Se lanzaron cientos de p�talos de flores rojas y blancas para recordar a la familia rojiblanca fallecida en esta larga espera de 40 a�os y de all� al Ayuntamiento, con la r�a m�s estrecha que en la desembocadura, los gabarreros adivinaban los rostros de los que estaban a uno y otro lado. Cantando y festejando con todos los que les coreaban.

No hubo edificio sin bandera, ni balc�n que no estuviera abarrotado de gente vestida del Athletic. Por haber, hubo hasta gente subida en las colinas que se levantan junto a la r�a. Muchos de ellos con banderas gigantes, bengalas y cohetes. "Es el club m�s fascinante del mundo", lanz� Valverde ante un p�blico entregado. El t�cnico hizo el recorrido junto a una c�mara fotogr�fica de bolsillo con la que quiso recoger los detalles de una jornada inolvidable.

La ocasi�n lo merec�a y se fue a la madrugada porque los retrasos encadenaron los recibimientos en Ayuntamiento y Diputaci�n, as� que el �gape previsto en San Mam�s para los campeones y los m�s �ntimos del club lleg� un par de horas m�s tarde de lo previsto. La exultante afici�n no se incomod� con la demora. El sol se puso cuando el Athletic se trasladaba hacia la Diputaci�n, pero nada importaba. El �ltimo recibimiento del d�a se inici� con pausa mel�dica, con el canto de la Sociedad Coral de Bilbao que encadil� a los protagonistas. La suya fue una de las fotograf�as que se llev� Valverde. La fiesta en la calle no termin� a esa hora. Los locales de hosteler�a tuvieron permiso para abrir dos horas m�s de lo permitido habitualmente, as� que varios miles llevaron la gabarra hasta la madrugada.