Los jugadores espa�oles celebran el primer gol a Alemania.
- Eurocopa. Espa�a - Francia
Caminaba ayer por una calle de Valencia rumbo a una comida con la presidenta de la FEB Elisa Aguilar y el secretario de Estado para el Deporte, Rodr�guez Uribes, previa al Espa�a-Bahamas de baloncesto, partido que era el cofre que custodiaba las llaves de Par�s, y vi en el escaparate de una tienda (La t�a Juana, se llama) un r�tulo que me llam� la atenci�n: 'Ya est� aqu� esta maldita felicidad'. M
e encantan las frases que, totalmente alejadas de los lugares comunes, te descolocan y te obligan a pensar. Inmediatamente (quiz� por defecto profesional y a�n a sabiendas de que nada tendr�a que ver) vincul� la expresi�n con el mundo del deporte.
Nos pasamos la vida persiguiendo una felicidad que sabemos ef�mera. Por eso es maldita: por lo que cuesta llegar a ella y por lo vol�til que resulta. En esta Eurocopa, justamente, estamos disfrutando de ella.
Partido a partido nos hemos ido instalando en esa nube de satisfacci�n creciente
hasta llegar a la eliminaci�n de Alemania y este inter�n previo de las semis contra Francia. Ya est� aqu� esta maldita felicidad, podemos afirmar. �Y qu� bien sabe!
Espa�a vive horas de entusiasmo
tras el ag�nico gol de Merino pero al mismo tiempo esa sensaci�n se mezcla con cierta inquietud ante el duelo de ma�ana. Todos sabemos que la felicidad tiene un reverso ingrato, que puede aparecer en cualquier momento. Maldito el tiempo que pasa sin que podamos disfrutar de esta sensaci�n y maldita la facilidad con la que esta felicidad se te puede escurrir entre las manos.
En mi balanza mental el optimismo y los argumentos futbol�sticos se imponen a la preocupaci�n
. Creo que tenemos mimbres suficientes para continuar disfrutando de esta felicidad que nos proporcionan De la Fuente y sus chicos. Francia es un pe�asco considerable en el camino, pero no imposible de sortear. Me gusta recrearme pensando en la final de Berl�n, aventurando si ser�a mejor encontrarnos all� con Inglaterra o Pa�ses Bajos.
El f�tbol, y la vida, consisten en estirar la felicididad: lo haremos al m�ximo
.