Hay pocos escenarios donde se respire tanto f�tbol como en San Mam�s. Un estadio con historia y con solera que entremezcla el pasado, el presente y el futuro del deporte rey. Un escenario id�lico para el cambio de hegemon�a entre las reinas de este deporte ejemplificado con el triunfo (2-0) del Barcelona ante el Olympique Lyonnais en La Catedral. Ya son tres t�tulos continentales, dos seguidos y la sensaci�n de que sumar�n muchos m�s.
El Lyon sali� m�s decidido a por el partido. Presion� en bloque alto la salida de bal�n del Barcelona y jug� los primeros minutos pr�cticamente en campo contrario. Dumornay, a veces pasada de revoluciones (fea entrada a Paredes que pudo haberle costado la amonestaci�n) fue un quebradero de cabeza por su portento f�sico y su juego de espaldas. La primera gran ocasi�n del partido fue un bal�n al larguero de la meta defendida por Cata despu�s de que Bronze despejara hacia su propia porter�a un c�rner botado por Bacha. Luego Dumornay fue quien mand� el bal�n a la madera en una acci�n anulada previamente por fuera de juego. El sufrimiento azulgrana se hac�a latente en el verde.
Graham, el revulsivo azulgrana
Graham quiso espolear a las suyas y sacarlas del letargo. Hizo diabluras por el carril diestro, donde Renard tuvo que echar m�s de una mano a una superada Bacha, pero su velocidad e intensidad -las que ped�a el juego- iban acompasadas con el resto de sus compa�eras. La tuvo en otra jugada que pintaba para el recuerdo Magic Guijarro, que se fue quitando rivales hasta llegar a l�nea de fondo, donde no pudo enga�ar a Endler. Al Barcelona le cost� encontrar el �ltimo pase, el disparo limpio, la sorpresa en el �ltimo tercio del campo. La iniciativa de la noruega no fue suficiente para hacer da�o.
Gir�ldez tir� de enroque pasando a Mariona al extremo y poniendo a Salma como referencia en punta. El centro del campo del Barcelona fue activ�ndose poco a poco. Desde la calma, la paciencia y el toque. Era un aviso de que algo pod�a pasar. Pasada la hora de juego apareci� Aitana para colarse entre l�neas, meterse en el �rea y definir con un disparo cruzado para estrenar el luminoso. Era un aviso para navegantes: el Barcelona ha dejado de tener miedo a los fantasmas y tiene confianza para mirar de frente a cualquier rival. Por mucho que la historia les ampare.
Inmunes ante la kryptonita
Bompastor sac� del banquillo todo su arsenal para intentar remontar: Majri, Becho y una Hegerberg que hasta hoy le ten�a tomada la medida al Barcelona. Pero hasta en eso se han girado los astros. El fin de fiesta fue convulso por un encontronazo que noque� a Batlle poco despu�s de saltar al campo y otro que hizo calentar a Pa�os ante la posibilidad de que Cata, sufriendo mucho con los centros laterales y jugadas a bal�n parado, tuviera que ser cambiada.
El Barcelona supo jugar ese otro f�tbol que tanto se requiere en los �ltimos minutos, transform�ndose en un front�n de los tantos que se ven por el botxo. Hubo tiempo, en el a�adido, para que Alexia pudiera jugar unos minutos y dejara su huella anotando el segundo y definitivo tanto que firma el cambio de tercio en el f�tbol europeo.
