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Efecto Balassa-Samuelson

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El efecto Balassa-Samuelson (también conocido como efecto Harrod-Balassa-Samuelson[1]​ o efecto Ricardo-Viner-Harrod-Balassa-Samuelson-Penn-Bhagwati[2]​), productividad parcial de la paridad del poder adquisitivo (PPA)[3]​ o regla de los cinco ochos,[4]​ puede significar dos cosas relacionadas:

  • La observación de que los niveles de los precios al consumidor en los países más ricos son sistemáticamente más altos que en los países más pobres (el "efecto Penn").
  • Un modelo económico que predice lo anterior, basado en el supuesto de que la productividad o las "tasas de crecimiento de la productividad" varía más por país en los sectores de bienes transables que en otros sectores (la hipótesis Balassa-Samuelson).

Este artículo se concentra en el punto (2): el modelo causal de Balassa y Samuelson. Para una descripción completa del hecho estilizado que intenta explicar, véase efecto Penn.

La teoría

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El efecto Balassa-Samuelson (efecto BS) depende de las "diferencias" entre países en la relativa productividad de los sectores comerciales y no comerciales.

El empírico "Efecto Penn"

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El intercambio de bienes y servicios comerciales debe llevar a la convergencia de precios, pero la convergencia solo es parcial debido a que algunos productos no son comercializables y algunos productos son generalmente producidos localmente (por ejemplo, el pan). El desarrollo de software es un ejemplo de un servicio comercializable, mientras que un corte de cabello es uno no comercializable.

El efecto Penn es aquel en el que las desviaciones del tipo de cambio real usualmente ocurren en la misma dirección: donde los ingresos son altos, los niveles de precios son relativamente altos (medidos por el IPC) comparados con el promedio internacional; mientras que donde son bajos, tienden a estar por debajo del promedio.

Forma básica del efecto

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El modelo más simple que genera el efecto Balassa-Samuelson toma en cuenta dos países, dos bienes (uno comercializable y uno no comercializable y específico de un país) y un factor de producción: el trabajo. Para simplificar, se asume que la productividad medida por el producto marginal del trabajo en el sector no comercializable es igual entre ambos países y normalizado a uno.

donde "nc" denota el sector no comercializable y el 1 y el 2 indica a los dos países. En cada país, bajo el supuesto de competencia en el mercado laboral el salario termina siendo igual al valor del producto marginal:

Donde el subíndice "c" denota el sector comercializable. Es necesario destacar que la falta de un subíndice específico por país del precio de los bienes comercializables significa que los precios de estos bienes son igualados entre ambos países.

Si se supone que el país 2 es más productivo y, por tanto, el más rico, esto significa que

lo que implica que

Entonces, con un mismo precio (mundial) para los bienes comercializables, el precio de los bienes no comercializables será menor en el país menos productivo, resultando en un nivel de precios global menor.

Véase también

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Referencias

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  1. Kravis y Lipsey 1983
  2. Samuelson 1994, p. 201
  3. Officer 1976
  4. David 1972

Bibliografía

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  • Bahmani-Oskooee, Mohsen y Abm Nasir. 2005. Productivity Bias Hypothesis and the Purchasing Power Parity: A Review Article Journal of Economics Surveys, 19:4, pp. 671-696.
  • Bahmani-Oskooe & Rhee (1996) Time-series Support for Balassa's Productivity-bias Hypothesis: Evidence from Korea, Review of International Economics 4
  • Balassa, B. (1964),"The Purchasing Power Parity Doctrine: A Reappraisal", Journal of Political Economy, vol. 72, December, pp. 584-596
  • David, Paul. A. 1972. Just How Misleading are Official Exchange Rate Conversions? The Economic Journal, 82:327, pp. 979-990.
  • Dornbusch, R, 1988. Purchasing Power Parity. In The New Palgrave Dictionary of Economics. Palgrave Macmillan; Reprint edition (September, 1998) ISBN 1-56159-197-1
  • Harrod, R. F. 1933 International Economics, Cambridge University Press (Reset edition published by Pitman, 1949 ASIN: B0007E5ZX6)
  • Tica, J. y Druzic, I. 2006 The Harrod-Balassa-Samuelson Effect: A Survey of Empirical Evidence, EFZG Working Paper Series 0607.
  • Drine, Imed y Rault, Cristophe, Panel data analysis of the Balassa-Samuelson hypothesis, 2002 Universidad de París ([1])
  • Egert, Balazs; Laszlo Halpern y Ronald Macdonald. (2006.) Equilibrium Exchange Rates in Transition Economies: Taking Stock of the Issues, Journal of Economic Surveys, 20:2, pp. 257-324.
  • Kravis & Lipsey (1991), The International Comparison Program: Current Status and Problems, from International Economic Transactions : Issues in Measurement and Empirical Research (National Bureau of Economic Research Studies in Income and Wealth) , Universidad de Chicago Press (1992) ISBN 0-226-35135-1
  • Lipsey, Robert E. y Birgitta Swedenborg (1996), "The High Cost of Eating: Causes of International Differences in Consumer Food Prices", Review of Income and Wealth June 1996
  • Lu, D. and Q.Yu. 1999, HongKong's Exchange Rate Regime: Lessons from Singapore, China Economic Review
  • MacDonald, R. and Ricci, L. 2001 PPP and the Balassa Samuelson Effect: The Role of the Distribution Sector, IMF Working Paper, WP/01/38
  • Officer, Lawrence H. 1976. The Productivity Bias in Purchasing Power Parity: An Econometric Investigation IMF Staff Paper 23, pp. 545-579.
  • Porter, M. E., 1998. The Competitive Advantage of Nations, Free Press (publisher) ISBN 0-684-84147-9 (Discute la ventaja comparativa nacional, así como la vinculación entre productividad y tipo de cambio).
  • Paul Samuelson (1964), Theoretical Notes on Trade Problems, Review of Economics and Statistics, volume 23

Enlaces externos

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"resultados no muestra evidencia que apoye el efecto Balassa-Samuelson a largo plazo."